lunes, 9 de mayo de 2011

Dualidades

Pongamos que hablo de .
Pongamos que hablo de ti.
Pongamos que hablo de promesas, cumplidas e incumplidas. De desencuadres, tanto fotográficos como de nuestro mundillo. De bien y de mal, de bandos eternamente enfrentados en pos de cuidar el tiempo. De fantasía y de realidad, y de la fina línea de las separa. De pasado y de presente, pero también de un posible futuro. De recuerdos y de olvidos, de las vueltas que da la vida. De egipcios y de griegos, de Jorge y de Nadia.
Pongamos que hablo de secretos y confesiones entre las sombras de los árboles. De sangre y de luz jugando entre el agua, creyéndose inmortales por una vieja pluma. De miradas a destiempo y de labios entreabiertos sin parar de charlar. De ocasiones perdidas y de abanicos de posibilidades. De cambios, de evoluciones.

Podría decir muchas cosas, o podría soltar nadas al viento. Podría hablar del pajarito azul, tan chivato como siempre, o podría hablar de un desafío abierto que me encantó. Podría hablar de unos ojos ilusionados al escuchar viejas historias, o también de unas pecas invisibles. Podría dar el salto o ponerme a tu altura.
Podría hablar más claramente, o callarme como un muerto. Podría dejar de pulsar teclas a destiempo o continuar con pensamientos inconexos que no saben hasta dónde pretenden llegar, que no saben siquiera de qué están hablando porque a estas horas no razonan. Podría guardar estas palabras, que tal vez nadie comprenda, en cualquier carpeta o podría cumplir una promesa no formulada, un trueque sin par. Podría...
Podrías aceptar el desafío o ignorarlo, que unas cuantas letras apelotonadas hablasen de mí. Podrías escribir un sin sentido mayor que el mío, o podrías intentar crear algo original que deslumbre y confunda.
Mi parte está aquí. ¿Y la tuya?

1 comentario:

Sidel dijo...

Me ha gustado mucho la dualidad, se pueden hacer y hablar de tantas cosas. Sigue así! besotes.