Hace un par de días terminé el libro, y aún hoy sigo bastante impactado por el final de La ciudad infinita... realmente, no esperaba que sucediese eso. Pero como hablar de eso sería empezar por el final, voy a comentar antes cómo fue el resto del libro. Y para no romper la norma, sinopsis lo primero:
Después de sus aventuras en la ciudad de Medusa, Martín y sus compañeros emprenden un largo y arriesgado viaje que los llevará hasta Arendel (la Ciudad Infinita, edificada en Marte), donde deben llevar a cabo su próxima misión. Allí tendrán que enfrentarse, una vez más, a las siniestras maquinaciones de la Corporación Dédalo que continúa persiguiéndolos.
Mientras tanto, en el gran edificio de la Doble Hélice, está a punto de celebrarse una reunión que cambiará para siempre el destino de la Humanidad. Pero un nuevo peligro acecha a Martín: un enemigo capaz de todo con tal de destruirlo... ¡A menos que alguien se lo impida!
La novela comienza un tiempo después de lo sucedido en Medusa, en la ciudad de Kukulkán, donde los protagonistas buscan la manera de llegar a Marte sin despertar la atención de la corporación Dédalo, ya que los tienen como unos fugitivos. Para ello recurren a Jade, un bella joven ex jugadora de Arena, que en la actualidad se encarga de dirigir una poderosa red de contrabando de antimateria.
La dura y astuta Jade optará por ayudarlos en su viaje interplanetario, no sin llevarse una buena cantidad de dinero por el trabajo. El viaje tendrá un parada en la Luna, el satélite sombrío y maldito que en la actualidad ha pasado a ser de propiedad casi exclusiva de Dédalo, aunque los contrabandistas poseen contactos allí que les ayudarán.
En la Luna dos de los protagonistas lograrán visitar Endymion, la antigua ciudad que fue arrasada por una epidemia, donde murieron los padres de Jacob por el virus Moonlight. Allí se reencontrarán con un viejo conocido que una vez más les ayudará, y les presentará a una persona que vive cautiva en la tétrica Torre de los Alquimistas. De Endymion sin duda me quedo con la escena del hospital, muy bien presentada y con mucha lógica ^^, además de ser inquietante en varios momentos. Tras eso comienza su segundo viaje, por fin con destino a Marte.
En ambos viajes los autores no reparan en detalles sobre la convivencia en una nave interplanetaria, sin olvidarnos de las graciosas escenas que se producen por la ingravidez a la hora de comer. Y una vez llegamos a Marte, el control de la frontera nos demuestra lo que han cambiado en el futuro esas estructuras. En esos controles de pasaporte no se usan papeles para avalar las identidades, sino que se recurre al ADN, extraído de las células corporales y de los cabellos, y al control del iris ocular. ¿Cómo engañan los protagonistas a la gente de la frontera? Ya lo descubriréis, pero es muy curioso. Allí se ponen en contacto con Diana Scholem, la directora de la Corporación Uriel (dedicada a la investigación energética), que gracias a Herbert y la Corporación Prometeo, les espera con las manos abiertas.
Diana Scholem... sin duda un personaje carismático y que en ocasiones nos emocionará; con sus palabras, sus decisiones... Es un personaje que me gusta y espero saber mucho más de ella en los futuros libros, aunque es evidente que tiene un gran protagonismo, a pesar de ser en realidad un personaje secundario.
Desde el momento en que los cuatro de Medusa, Alejandra y Aedh están bajo el cobijo de la directora de Uriel, decidirán investigar acerca de cuál puede ser su segunda misión, situada según la Rosa de los Vientos en la Doble Hélice. Además deberán ayudar a Diana con varios problemas que han surgido en su ciudad, pues todo indica que detrás de ello está Hiden, el director de Dédalo.
Jacob es un personaje al que también he cogido más cariño en este libro, y me intriga cómo se comportará en los siguientes libros después de lo que le sucede en Marte. Y respecto a los dos últimos capítulos, "El ritual del silencio" y "La carta", no tengo palabras. No me esperaba que fuese a ocurrir algo así, y cuando estaba leyendo la carta me quedé todavía más sorprendido. Me negaba a asimilarlo, pero al menos se dice claramente que habrá un rayo de luz respecto a ese tema, a pesar de ser algo oscuro.
Por último me gustaría hablar de la transformación que ha tenido Marte para poder ser habitable, y dar mi felicitación a los autores por haberlo planeado tan bien. Y es que he descubierto que en la actualidad si quisiésemos podríamos convertir Marte en un planeta habitable para nosotros con los medios que poseemos (aunque el problema reside en que ese proyecto sería muy costoso y por el momento no necesitamos expandirnos a otros planetas... al menos hasta que no terminemos de destrozar la tierra xD). Los detalles de esa transformación son muy curiosos, por ejemplo la inyección de gases de efecto invernadero en la atmósfera de Marte para aumentar su temperatura y hacerla más cálida, o la creación de mares y ríos artificiales por medio de explosiones nucleares que han derretido el hielo marciano. Sin embargo esto son sólo dos apuntes, en realidad hay muchos más detalles en toda la terraformación.
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